Un estudio realizado por la Universidad de Warwick (Inglaterra) revela que, en un 92% de los casos, a aquellas personas que padecen depresión se les desconecta lo que se conoce como “circuito del odio”. Una explicación a este suceso, publicada en la revista Molecular Psychiatry, es que el “aislamiento” del circuito cerebral del odio esté relacionado con una menor capacidad de controlar ciertas situaciones sociales que provocan sentimientos de odio hacia uno mismo o hacia los demás, siendo más probable, según los investigadores, un sentimiento de desprecio hacia uno mismo y retraimiento en las relaciones sociales.
Texto de Cecilia Mateo, estudiante de C. Sociales y Comunicación en la Universidad de Cádiz.
Ilustración de Javier Herrero, estudiante de Arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid.
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